La mejor parte de todo es el proceso: Ama, vive, sueña, disfruta.

La vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Vive cada día como si fuera el último. Dale amor a las personas que te rodean. Evita el estrés a toda costa. Vive a plenitud, disfruta y agradece por las cosas buenas que tienes y que con mucho esfuerzo has construido.

La gran mayoría de las cosas buenas toman muchísimo tiempo para lograrlas y se pueden destruir en muy poco tiempo. Tomemos como ejemplo una construcción: Desde el momento que ves los movimientos de tierra, el acondicionamiento del lugar, los materiales para construir y muchísimas personas trabajando, al momento en que puedes ver o disfrutar de la obra final pueden pasar años. Sin embargo, un desastre natural o la mano del hombre pueden destruirlo todo en cuestión de segundos, minutos o algunas horas.

Una relación valiosa ya sea de amistad o amor, toma años para construir. Toma tiempo, dedicación, amor, interés mutuo y el deseo infinito de lograrla. Lo mejor que tiene es que nadie nos obliga a hacerlo, es algo que escogemos voluntariamente y, además, lo más importante, disfrutamos el proceso. Nos brinda alegría y satisfacción y completa nuestras vidas. Una acción, una decisión mal tomada o el conjunto de situaciones creadas, unidas a las circunstancias o los malentendidos pueden malograr esa relación de años casi como por arte de magia y en tiempo récord.

Solo la paciencia, dedicación, entrega, trabajo duro, persistencia, constancia y amor de los campesinos logran que podamos disfrutar de las maravillas de la tierra. Muchos han sido los casos en los que los frutos no han podido llegar al destino o llegan en mal estado por un mal manejo.

La moraleja de todo esto es que sigas adelante.  Mantengas el ritmo. No dejes que las pequeñas derrotas terminen tu recorrido sin haber llegado a la meta. Enamórate del proceso y de las pequeñas victorias. El progreso es el cimiento de la felicidad.

Muchas veces irás cuesta arriba. Otras sentirás que tu esfuerzo es en vano o que no logras tu propósito. No te rindas a pesar de ninguna circunstancia. Solo la disciplina, el esfuerzo, la constancia y perseverancia te llevarán a donde quieres llegar.

No olvides poner amor a esta ecuación. Si no disfrutas el proceso, me temo que tampoco vas a sentir la gran satisfacción al llegar a la meta. Si no haces lo que amas, al menos ponle amor a lo que haces. Solo así vivirás una vida plena y encontrarás el combustible necesario para seguir andando.

Y cuando llegues, no olvides de donde vienes. No des nada por hecho. Recuerda que lo que has logrado con mucho trabajo, sacrificio y entrega en un largo periodo de tiempo, se puede acabar si no lo sigues cultivando. La vida no es destino, es camino. No es fin, es medio. No es la cima, es la ladera. No es el puerto final, es el recorrido. Ama, vive, sueña, disfruta.

1 comentario en “La mejor parte de todo es el proceso: Ama, vive, sueña, disfruta.”

  1. Asi se habla, hay que disfrutar de esas cosas pequeñas que tal vez mañana no esten otra vez. No te enfoques en lo malo. 💕

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